EN TUS MANOS
Sin gusto de conocerte,
¿Porqué coges su camino
Sin permiso y de repente?
Con apenas veinte años
No esperaba tu visita,
Son sus luces las que apagas
Con tu vela en su mesita.
A nadie gusta tu nombre
Ni tu sabor tan amargo,
Te enfadas y no respetas
A los que quieren pasar de largo.
Llenando vas de vacios
Las casas por donde pasas,
Te llevas lo más querido
Dejando solo sus brasas.
Sin amigos ni enemigos
¡Aun te queda corazón!
Dejando para mañana
Lo que pudiste hacer hoy.
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