viernes, 19 de febrero de 2016

IGNORANCIA ATREVIDA

IGNORANCIA  ATREVIDA

Las huestes están  preparadas
para atacar e invadir
a la ignorancia atrevida
que no ve el peligro venir.

Armados con vergüenza ajena,
marchó un batallón por delante
advirtiendo a la ignorancia
de su derrota humillante.

Con ejército sin armas
ciega das un paso al frente,
¡atrevida ignorancia!
nunca podrás defenderte.

La orden daré de atacar,
no me das alternativa,
serán vuestras lenguas atadas
y apresadas las mentiras.

A los pies de la razón
morirás arrodillada,
con tu ejército desprevenido
de ignorantes y atrevidos.

LA SOLEDAD DEL FUSILADO

LA SOLEDAD DEL FUSILADO

En el campo de batalla
te perdiste de tu tropa,
y sin saber ponerte a raya
te atraparon a quemarropa.

Eres hecho prisionero,
y tu libertad se cancela,
hasta que “cantes” primero
o después de anunciar tu esquela.

En una mazmorra aislado,
ya piensas en ese momento
en que serás olvidado
tras el pelotón de fusilamiento.

Camión que vas al alba
con un solo viajero,
lo arrojas en el monte de las malvas
a los pies de su viejo sendero.

Desfilarás hasta el muro
del que de su suelo recogerán
los despojos del homenaje
que las armas te rendirán.

Se vence o se es vencido,
esta vez te tocó perder,
y tu ángel de la guarda
no estuvo al amanecer.

DOS ESPOSAS Y UN AMOR

DOS ESPOSAS Y UN AMOR

Detenido por no acatar 
las ordenes de un centinela
que no pudo evitar que dejase
las flores en su escalera. 

Con las manos a la espalda
encadenado por dos esposas,
fui declarado culpable
por aquel ramo de rosas. 

Fueron duras las condiciones
por saltarme la barrera,
y estuve lleno de sanciones
por no encontrar otra manera.

Ella atada por alianzas
y yo hasta el fin comprometido,
mi ramo fue la constancia
de que mientras viva no la olvido. 

En mi vida pintan bastos
desde mis años de juventud,
y mi corazón ya estaba harto
de atesorar tan poca salud.

CIEGA POR SU VERDUGO

CIEGA POR SU VERDUGO

Suspirando está en solitario
tu corazón con cicatrices,
no le cabrán más costuras
si haces lo que te dice.

Entre carros y carretas
soportas lo que no puedes,
y tus lágrimas diciendo
que a tu verdugo aun le quieres.

¿Quién estrechará tu mano
después de no haber cogido
un salvavidas lanzado
si tu amor sigue encendido?

No te dejas ayudar,
ni quieres ver tu ceguera,
si cada vez que te ve
te hace bajar de su acera.

Aquel vestido que compraste
no se ajustó a tu medida,
por no querer devolverlo
son sus roces tus heridas.

No verás la primavera,
ni a tu corazón en flor,
en tus doce meses de invierno
ni en tu vida sin amor.

LA AGUJA DEL PAJAR

LA AGUJA DEL PAJAR

Con las primeras luces del alba,
al tiempo que cantan los gallos,
una utopía me salva
como a los pobres vasallos. 

¿Es milagro o brujería
lo que acaba de pasar?
¡me ha encontrado a mí la aguja
después de tanto buscar! 

Mientras mi suerte florece
la desgracia me evita,
y estoy a lo que acontece
con su inesperada visita. 

Vamos a escondernos
donde nadie nos vea,
y ardamos en este invierno
que fuertemente golpea. 

Perdido entre mi “rica” pobreza
y con mujeres mirando a otro lado,
contigo encontré la riqueza
¡esa! en la que tu habías pensado. 

sábado, 6 de febrero de 2016

ES MOMENTO DE JUGAR

ES MOMENTO DE JUGAR

Con un solo paso al frente

hubiera caído en la cuenta
de que no tengo antecedentes
de peligrar en las tormentas.

Y el amor es un “juego”
que si no apuestas en su momento,
te dispara como un arma de fuego
por no ajustarte al reglamento. 

Te puede aupar hasta la luna,
o entregarte a una vida marchita,
porque aun no existe vacuna
para la mágica varita.

Caminando por sus pasillos
me encuentro con mis altibajos,
que acariciaban anillos
hasta caer los palos del sombrajo.

El amor es una disputa
entre grande y diminuta,
que a veces sigue la ruta
del viento con sus virutas.

viernes, 5 de febrero de 2016

EL COMODÍN

EL COMODÍN

Mientras se marcha mi alegría
después de una acertada reflexión,
dejan de ondear en mi vida
sus risas y mi efusión. 

Me siento como las algas
depositadas en la orilla
cuando el mar se despide de ellas
dándoles la puntilla. 

No me queda más remedio
que afrontar este fracaso,
no me gusta estar en medio
para ocupar “solo retrasos”. 

No te gustaba estar sola
y me estabas engañando,
yo solo era tu carambola
y el comodín con que seguir jugando. 

Con el corazón a media asta
y remendando ilusiones
te marchas en la subasta
que mejora mis condiciones.