DUEÑOS DE OCHO HORAS
Veinticuatro horas tiene el día,
Soy dueño de dieciséis,
Y de las ocho restantes
Los sueños vigilan la esquina.
Me casan con quien no quiero,
Abrazo a quien no conozco,
Me hartan de hacer viajes,
Y después me tiran a un pozo.
Aun les parece poco.
Vestido de militar
Me hacen pegar cuatro tiros.
Al rato me cambian el traje,
Y me veo de cirujano
Dentro de un quirófano.
Parece que ya se marchan,
Ven levantar al dueño
De las dieciséis horas,
Que casi les pilla a deshoras.
Ya con los pies en el suelo
Me siento más cansado
Que cuando me había acostado.
¡Creo que he estado soñando!
Me he visto dentro de un pozo,
Recuerdo estar viajando,
Y de mi propia boda
Salía disparando.
Lo peor fue una señora
A la que corte la pierna sana
Con la que podía ir andando,
Ahí fue cuando me desperté sudando.
