UN NUDO EN
LA LENGUA
Se le presta tanta atención
a lo que arroja su boca,
que su lengua tartajea
en medio de tanta roca.
Pedir la mano a su novia
se convierte en una proeza
que no puede llevar a cabo
ni forzando su flaqueza.
Se enfurece el abecedario
por el maltrato a sus letras
y la espalda le da el diccionario
por expresarse con palabras huecas.
Siente que pierde el combate
porque ni sus codos le ayudan,
enzarzados con el debate
entre el abandono o el rescate.
Si no acompañan las palabras
a su sufrido corazón,
probablemente desfallezca
por un ataque de expresión.
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