jueves, 2 de mayo de 2013


CON EL MUNDO NO SE JUEGA
Murió a los cuarenta,
Aunque llegó a los noventa,
Cuando sus previsiones fallaron
Y en amores perdió la cuenta.
Largos y silenciosos
Fueron pasando los años,
Lo que a algunos le faltaron,
A él cincuenta le sobraron.
En alguna ocasión movió
Los hilos que conocía
Para encontrar solución
Y buscar una salida.
No tuvo suerte y perdió
La guerra en que no luchaba,
En el laberinto quedó
Con todas las puertas selladas.
Engullido por la inercia
Y con su luz apagada,
Varias veces pensó
Si la vida abandonaba.
Cuando llegó su momento
Y la mente le bailaba
Permanecían sentados
Los cuarenta años que recordaba.
Siendo joven creía
Y soñaba en comerse el mundo,
Y a él se enfrentó
¿Quién eres para frenar mi rumbo?
Y el mundo le respondió
Aquí el que manda soy yo,
Dejando cerrada su puerta,
Quitándole previsiones
Y sus amores de ida y vuelta.

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