LA CONCIENCIA
Sin haber
habido ensayo,
ni tan
siquiera un aviso,
de pronto
caí como un rayo
sobre labios
indecisos.
Yendo hacia
el lugar señalado,
sobre su
cuerpo a través,
su
conciencia se ha rebelado
para pararme
los pies.
Batiéndome
en retirada
cualquier
camino es bienvenido
para
esquivar dentelladas
y gritos
despavoridos.
Como quien
no sabe lo que decir
a quien sabe
que lo está viendo,
la verdad no
sabe mentir
pero sabía
lo que estaba haciendo.
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