ES MOMENTO
DE JUGAR
Con un solo paso al frente
hubiera caído en la cuenta
de que no tengo antecedentes
de peligrar en las tormentas.
Y el amor es un “juego”
que si no apuestas en su momento,
te dispara como un arma de fuego
por no ajustarte al reglamento.
Te puede aupar hasta la luna,
o entregarte a una vida marchita,
porque aun no existe vacuna
para la mágica varita.
Caminando por sus pasillos
me encuentro con mis altibajos,
que acariciaban anillos
hasta caer los palos del sombrajo.
El amor es una disputa
entre grande y diminuta,
que a veces sigue la ruta
del viento con sus virutas.
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