MÓNICA
¿Qué no daría por un beso
o
una simple caricia?
si
mi tiempo se detuvo
cuando
enmudeció tu sonrisa.
¿Cómo
abarcar tanto drama?
¿cómo
aprender a olvidar
recordando
el llamear
de
tus ojos en mi cama?
Quedó
tanto por vivir
cuando
tu juventud ardía,
que
fue aquel momento fugaz
del
que hoy vive mi agonía.
Nunca
llegue a pensar
que
esta vida caprichosa
me
pudiera arrebatar
lo
que empezaba a brotar.
Tu
esencia sigue pasando
por
mis sueños cada noche
cuando
abrazo tu almohada
y
la llamo por tu nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario