NO SE LO DIGAS A NADIE
Soy mi
propio enemigo
porque no
escucho cuando clama
su libertad,
mi castigo
al otro lado
de la cama.
Pero no sé
cómo hacer
lo que debía
haber hecho,
¡este es el
motivo de ser infiel
y que no
arranque mi pie derecho!
Solamente a ti te he querido
en los
asientos traseros,
porque mi
cama nos ha prohibido
hacer el
amor con “forasteros”.
Me apasiona
tanto estar contigo
que le
faltaré al respeto al drama
para que
podamos estar unidos,
y baje mi
sinrazón de las ramas.
Eres para mi
piel el pincel,
para mis
miserias el aire,
para mi
desenlace el timonel,
pero no se
lo digas a nadie.
Son las
sensaciones de placer
más
profundas de mi existencia,
y cuando
todo se llegue a saber
serás mi
mejor penitencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario