INOCENCIA
Donde acabaron
tus manos
mi inocencia
seguía,
conociendo
los caminos
con tu
cuerpo como guía.
Tú pecado,
yo delirio,
yo nazco, tú
ternura,
tu misterio
va atrapando
mi cuerpo
con tu dulzura.
Tu farsa
sube como hiedra
enrollándose
a mi piel,
mi
ignorancia en tu terreno
solo se
llevó en los labios
un poquito
de tu miel.
Yo tu
capricho, tú mi asombro,
tú mi
ilusión, yo tu morbo,
observé
desde un rincón
como se
pierde la inocencia,
no me
llevaste hasta el fondo
y pagué por
mi imprudencia.
A la experiencia
no derroto,
de los
consejos no hice caso,
este hielo
no estará roto
hasta que
vuelva con más retraso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario